La respuesta es muy sencilla: porque no respira por la boca y la nariz. El feto obtiene el oxígeno a través del cordón umbilical, y de hecho el gran momento traumático del nacimiento es principalmente cuando se sale al exterior y esos pulmones recién hechos que jamás han estado en contacto con el aire, reciben de golpe y porrazo la bocanada de aire. Además del impacto físico que supone, una serie de cambios bioquímicos se ponen en marcha y el circuito de oxigenación de la sangre desde las vías respiratorias, comienza, en un proceso de 0 a 100 en apenas unos segundos. No es de extrañar que la primera reacción en la vida sea usar esos pulmones nuevecitos para ponerse a chillar!
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